Nelle {♥} Malfoy

Nombre Completo: Jeanelle Cathleen Arwen Malfoy Weasley
Fecha de Nacimiento: 13 de Abril de 2025.
Nombre del Padre: Scorpius Hyperion Malfoy
Nombre de la Madre: Rosebud Jane Weasley
Nacionalidad: Inglesa y alemana
Ocupación: Estudiante de Hogwarts 6to curso.
Boggarts: Su familia muerta
Patronus: Tigre de Bengala Blanco
Varita Mágica: 30 cm de madera de Saúco & núcleo de veneno de basilisco & pluma de fénix. En su longitud tiene como detalle, pequeñas piedras preciosas. Perfecta para hechizos de largo & corto alcance, de defensa & ataque, potencia los mismos hasta hacerlos peligrosos.
Hechizo en el que se especializa: Sectumsempra & Fuego Maldito.
Estatus de Sangre: Sangre Mestiza
Casa a la que fue elegido Ravenclaw


Personalidad
Cómo describir a Jeanelle? Bueno, quizás sea mejor por partes:
Le gusta llamar la atención pero le molesta que la miren fijamente mas de un minuto, aunque admite que a ella le encanta observar a las personas mientras caminan, charlan o se sientan en silencio, aunque claro, mucho más discretamente.
Ama la fotografía, desde que su padre le regaló una cámara a los cinco años la lleva a todos lados para sacarles fotos a la gente. Según ella, es para reflejar mejor los sentimientos o necesidades de una persona. Tiene un gran albún en donde guarda todas las fotos, & un cajón de su escritorio especialmente dedicado a las fotos de su familia.
Lleva mucho tiempo sin permitirse llorar, desde que su madre le contó la gran pelea que sus padres habían tenido hacía tiempo atrás & que casi causa un quiebre en la familia. Eso la afectó muchísimo ; estuvo varios días sin comer ni salir de su pieza, hasta que Rose misma la sacó a las arrastradas. Desde ese momento, no deja entrever signos de debilidad, nisiquiera ante sus hermanos. Prefiere desviar pensamientos hacia otras cosas, como las canciones que escribe & canta con tanta pasión o nuevas e ingeniosas bromas a sus profesores & compañeros.
A la vez eso le enseñó a querer acercarse mas a ellos, aunque les moleste. Le incomoda mucho la idea de perderlos algún día e intenta estar con ellos el mayor tiempo posible (ya sea haciéndoles alguna broma o simplemente jugando Quiddicht o charlando).
Nelle es una chica muy bromista, siempre con una sonrisa en la cara te hará reír aunque estés al borde del llanto. Guardado en su mente tiene algunos viejos chistes de sus hermanos para los momentos mas tensos, es su forma favorita de hacer sentir mejor a las personas & una enseñanza que sin querer, aprendió de ellos.
En muchas ocasiones, la rubia llega a ser hasta infantil y caprichosa cuando algo realmente le importa, por más que ha intentado cambiar eso, no puede. Otro aspecto suyo que también le gustaría cambiar es su desconfianza aprendida de sus hermanos. Ellos le contaron que de jóven su padre había hecho muchas cosas y que no debía confiar en quienes se les acercaban, puesto que bien podían hacerlo sólo para lastimarla & humillarla por eso mismo.
Aún así, Jean es una chica muy confiable y siempre podrás hablar con ella cuando lo necesites. Si le confías un secreto, tenlo por hecho que se lo llevará a la tumba o si alguien molesta a su mejor amigo, no le temblará la mano para enviarte dos semanas a la enfermería.
Es muy terca, cuando alguna idea se le mete en la cabeza no hay quien le detenga. Eso muchas veces la ha llevado a la Sala de Castigos, pero siempre su padre la ha salvado de un castigo mas severo. A su vez, son esas mismas ideas las que alegran las tardes entre amigos. Siempre es a la rubia a quien se les ocurren las ideas mas locas para las bromas, & se divierten mucho planéandolas.
Muy coqueta: le encanta ir de shopping & vestirse siempre a la moda. Es una característica que aprendió de su madre Rose desde pequeña y que aun le sigue haciendo. Ama los vestidos cortos ya que éstos realzan su figura. Para las fiestas o eventos importantes, es la propia Jean quien escoge las ropas que su familia debe ponerse esa noche.
Con una sonrisa dibujada en sus finos labios la Malfoy es capaz de comprar hasta el mago más tenebroso o la mantícora mas antipática. Es una chica muy imaginativa y sumamente creativa, que utiliza esos dones para hacerle ver al resto lo bueno de cada uno posee & que a veces, ni ellos mismos sabían que tenían.
Tiene un rostro angelical de niña que nunca en su vida ha matado a una mosca, aunque los profesores saben muy bien que de ángel no tiene nada aun así es inteligente y aplicada, siempre con excelentes notas que hace amortiguar un poco los castigos dados a la joven rubia.

Relaciones Familiares

Scorpius H. Malfoy: Lo adora tanto como ella cree que él lo hace. Es su "princesita" y la segunda niña en una larga descendencia de puros hombres & sabe que él está feliz de que así sea. Es su confidente, nunca pudo esconderle nada ni él a ella, identifican muy rápido cuándo el otro está mintiendo u ocultando algo.
Si hay algo que le agradece es que por mas ocupado que esté en los asuntos del Ministerio, siempre tendrá tiempo para su "princesa". Le bastará un "Pequeña princesa, hazme sonreír" para saber que la carta que tiene en sus manos es de su padre.
A veces, cuando él sigue en casa antes de irse a trabajar, le sube ella el desayuno a su cuarto sólo para hablar un rato ya que sabe que no le gusta mucho que Nelle vaya al Ministerio. Los temas son variados, puede comenzar con un "¿Cómo te está llendo en el colegio"? A un "¿Viste la nueva escoba que salió ahora? ¡Está genial"!. Scorpius para Jeanelle, mas que su padre es su mejor amigo.

Rose J. Weasley: No se llevan tan bien como con su padre, pero aun así la adora. Rose siempre había querido una niña & ese deseo se vio hecho realidad desde hace quince años, aunque en un contexto que la mujer quisiera poder olvidar.Es su consentida y la de su abuela Astoria Greengrass, aunque sabe que en el fondo primero están Ethan e Antares. Siempre le ha dado los mejores vestidos, las mejores ropas, joyas & accesorios serán tanto para ella como para sus hermanos.Se llevan muy bien con ella, aunque suele pelear bastante.

Ethan Malfoy: Es su hermano y lo adora, eso intenta recordarse Nelle cada vez que pelea con él por algún motivo u otro. Cree que es demasiado engreído y confiado para su edad, haciendo que su mayor miedo sea que alguna vez lo derriben porque no sabría cómo reaccionaría ni su hermano ni ella. Es por eso que intenta sobreprotegerlo y alejarle a todas las chicas que quieran acercársele, aunque bien sabe que eso no es completamente posible.
Por otro lado llevan una relación amor/odio: se molestan mutuamente y no falta ocasión en la que su hermano termina en el hospital con la piel quemada, alguna fea mancha en su cuerpo o simplemente escupiendo pelos de gato y babosas. Pero a la vez, saben que pueden confiar el uno en el otro por mas peleas que tengan. Jean hace todo lo posible por sacarle canas verdes solo para vengarse de las bromas que él le llegue a hacer, & él se venga haciéndola enojar.
Tienen un hobbie en común que deja incluso de lado sus peleas, (entiéndase Quiddicht) y que se dedican a practicar por las tardes noches en la mansión Malfoy o en el Estadio junto a Antares. Pero sobre todo eso: Jeanelle adora a su hermano mayor y sabe que en el fondo él también la quiere por mas que la haga enojar tan seguido.

Antares Malfoy: Siempre será su hermano favorito. Con un sobrenombre quizás demasiado vergonzoso para él (Afrodito) es con quien mejor se lleva, después obviamente de su padre. Suelen gastarse muchas bromas entre ellos que los hacen pelearse por infinitas horas, para que luego de cinco minitos hagan como que nada ha pasado.
Le molesta que sea tan sobreprotector con ella, y en cierta forma lo comprende ya que es la segunda chica de la familia, y como si fuera poco, la hermana mas chica. Sí, porque si hay algo que su Afrodito no le deja olvidar es eso: los dos minutos de diferencia entre nacimientos.
Mas allá de eso es su cómplica para las bromas, su confidente y su mejor amigo. Sabe que puede confiar en él para lo que sea, al igual que él en ella llevándose sus secretos a la tumba si es necesario. Suelen cubrirse uno a otro cuando sus padres los regañan por algo y jugar mucho al Quiddicht en sus ratos libres.


Manías
# El chocolate, es su golosina muggle favorita y su debilidad aunque le haga daño el exceso de azúcar; su padre nunca le dejó comer de esos dulces pero ella los escondía debajo de su cama & los devoraban con Antares.
# Correrse el cabello de un lado al otro cada cinco minutos
# Cuando está nerviosa se muerde el labio inferior o se pone a reír a carcajadas por cualquier cosa.
# La lectura muggle, así es a la hija de los Malfoy le gusta leer autores muggles tales como Arthur Conan Doyle, Edgar Allan Poe o Tolkien. Cree que son geniales y los considera bastantes inteligentes & creativos, sobre todo a Tolkien con quien pasó un buen rato riéndose con su trilogía de El Señor de los Anillos y los seres mágicos que allí habían, haciendo comparaciones con el Mundo Mágico que ella conocía. O a Doyle con su personaje Sherlock Holmes y su amigo Watson con quienes ha pasado noche en vela intentando resolver los misterios con ellos, o incluso antes.
# A veces también ve "televisión" o como los muggles le llamen: le dá mucha curiosidad saber cómo han llegado los muggles dentro de una caja prácticamente de plástico tan fino y se pregunta si en realidad no le habrán robado un poco de pociones a su padre o al Ministerio.
# El Quiddicht es su gran pasión: practican ese deporte desde pequeños con sus hermanos & hasta ya ha logrado anotarse varios victorias frente a ellos. Siempre juegan con apuestas a prueba de tímidos para hacer el juego mas entretenido, y luego se juntan los victoriosos para reírse de los vencidos y sus prendas.

Miedos:
# Tiene mucho miedo a los Dementores
# Perder a un ser querido (ya sea padres, hermanos, tíos, primos o conocidos y mejores amigos)
# Tiene un miedo inexplicable al agua: nunca aprendió a nadar y no tiene intención de hacerlo.
# A perderse en el mundo muggle y quedarse allí por siempre.


Historia

Todo comenzó en el sexto curso del Malfoy, unos segundos antes de la Guerra. Tenía la Varita preparada y una larga túnica, que le cubría la cara. A su lado, su mejor amigo Albus Potter le mirada con una sonrisa malvada dibujada en la cara.
Luego de que sus fieles mortífagos comenzaran a luchar & matar Aurors, avanzó lentamente hasta su objetivo final: Hogwarts. Tapado con la prenda oscura, se escondía el deseo de venganza, la sed de sangre y la frialdad. Aunque esta última no solía esconderse.
Algo le llamó la atención entre los árboles. Dirigió su mirada gris hasta allá y la descubrió, era Rose Weasley. Su enamorada desde hacía años, aunque nunca lo había admitido y no iba a serlo. Eso acabaría y aniquilaría completamente su orgullo. Ella le dirgió una tímida sonrisa a lo que él respondió con una mirada fulminante. A contrario de lo que él deseaba, la castaña se acercó a él. Scorpius se quedó inmóvil.
¿Cómo habían pasado de una guerra en donde él quería vengarse, a estar esperando a una castaña vestido de blanco frente a un altar?. No importaba, la cuestión es que nada se sentía mejor que estar abrazado a ella, que le pertenecía... porque Rose Weasley era suya. Por siempre.
Pocos años después la pareja mas criticada del Mundo Mágico, tuvieron a su primer hijo: Ethan Lucius Malfoy, un hermoso niño de rubio cabello casi platinado y ojos grises idéntico a su padre Scorpius, de pequeño. El niño creció entre el Quiddicht, los regaños de su padre por las bromas pesadas que le jugaba, y el consentimiento de su madre en todo momento.
Pero no todo era color de rosas en el matrimonio Malfoy, cuando en el Ministerio se hizo oficial el rumor de que Hogwarts debía cerrarse, porque una Magía negra muy avanzada había despertado nuevamente, Scorpius estaba nuevamente tan metido en el trabajo, que se había distanciado de su familia, sus amistades, de todo. Rose pasaba todos los días sola con su hijo Ethan, preguntando dónde estaba su padre. El tiempo seguía pasando, y el Malfoy seguía desaparecido entre viajes.
El 24 de Febrero, por fin luego de un muy agotador trabajo, regresó a la mansión. Sabía que las cosas con Rose no estaban bien y tan solo esperaba un "hasta luego, Scor me voy de casa y me llevo a Ethan". Intentó no dejarse notar la palidez que de pronto lo había acorralado, y dió vuelta la perilla de la puerta. Caminó unos pasos, antes de que su grisácea mirada se posara en una puerta de al lado del Hall. El cuarto de su hijo mayor, Ethan. Su gran orgullo.
Suspiró, desviándose de su destino original para ir a verlo. El niño dormía plácidamente en su cama, con una sonrisa casi invisible en sus finitos labios, pero fácilmente notable para él. Tenía las manitos abiertas, apoyadas contra la madera de algarrobo de su cama como si esperara a alguien, ¿y quién mas sería ese alguien que él?. Intentó nuevamente retener las lágrimas mientras encerraba uno de sus dedos en su mano, viendo con alegría y nostalgia cómo se cerraba en respuesta.
Le dio un beso en la frente y se separó de él. Era su última oportunidad para reconciliar las cosas con su esposa, antes de perderla para siempre. Y no podía sobrevivir con eso. Antes, prefería caer bajo los mortífagos.
Cuando su mano tocó la perilla del cuarto matrimonial, notó que temblaba ligeramente. El miedo lo estaba invadiendo nuevamente. Cerró los ojos para controlarse, antes de abrir esa bendita puerta. ¿Sería irónico decir ahora que sería ésa puerta la que cerrara una etapa en su vida?. No, no quería pensar en eso.
Allí estaba ella, durmiendo abrazando la almohada. Enrredada en las sábanas blancas, con la luz de la luna llena pegándole directamente en la cara, haciéndola como un ángel. Su ángel. Sonrió con arrogancia y fue a sentarse con ella.
Por el movimiento, la joven Weasley abrió los ojos parpadeando y Scorpius recordó la primera vez que se habían despertado juntos, él abrazado a ella, con su sonrisa de medio lado. Ella, con su ternura y una sonrisa que contagiaba felicidad. Se preguntó si ella lo recordaría.
-- Scorpius... --le dijo sorprendida una vez que lo vio.
-- Rose --le respondió él con simpleza pero doliéndole.
-- Yo... -- la esperó pero ella le miró con lágrimas en los ojos. No quería pensar en conclusiones tan rápidas de forma que acalló su mente y enarcó una ceja para que continúe -- yo... he estado tan preocupada, tan sola, Ethan preguntaba por ti... y yo no sabía qué decirle...
Pero esas simples palabras habían destruído al blondo aunque claro, no lo había hecho notar aunque estaba seguro de que ella sí.
-- Y ahora te apareces así de pronto Scorpius Hyperion Malfoy -- abrió los ojos, recordando de pronto por su tono a Astoria -- y te sientas en la cama como si nada -- le dedicó una mirada asesina que él captó enseguida aunque su mirada se había corrido hacia la ventana.
-- Rose... -- era mas una súplica que un susurro su voz -- si vas a dejarme, por favor, dímelo ahora y no des más vueltas. Lamento si te he decepcionado, si no era yo el perfecto complemento para tí... pero estoy seguro que algo te espera allá afuera mejor para ti. --seguía sin mirarla, la luna era demasiado tentadora para no mirarla en vez de la castaña.
-- ¿De qué hablas? --le regañó ella con su voz quebrada por el llanto -- Scorpius, ¿en qué momento te perdí? solo quiero saberlo...
-- No lo sé -- le respondió él con un simple susurro. Y no mentía: se sentía desaparecer, impotente, completamente perdido. Solo deseaba volverla a abrazar, pero sabía que no iba a ser posible. Se preguntó si el cruciatus dolería tanto como para desmayarte y morir de una maldita vez.
-- Yo...
-- Sólo dilo, Rose... dime que no quieres estar conmigo y ya. Tomaré mis cosas y me iré a Francia para estar lejos de ustedes dos. --le replicó él dolido por sus propias palabras.
-- Yo te amo Scorpius Hyperion Malfoy -- le dijo ella poniendo mala cara - y no quiero perderte, ni a Ethan ni a tí. -- rió por la cara de desconcierto del blondo pero antes que pudiera replicar, gateó en la cama y lo besó con pasión guardada durante meses. Scorpius, radiante de felicidad, sintiéndose nuevamente él, le respondió el beso con idéntica o mayor intensidad.
De esa noche nacieron Antares y Jeanelle Malfoy: Antares por ser la estrella mas brillante de la Constelación del Escorpión, y Jeanelle, por el viaje que habían hecho juntos unos meses mas tarde a Francia cuando Rose se enteró que estaba embarazada otra vez.
Los niños crecieron con sus padres cerca, sabiendo que su "papi" llegaba a las nueve en punto de la noche para la cena. Apenas llegaba se le tiraban encima, lo cual provocó una vez una corrida a San Mungo por hueso quebrado.
Scorpius les enseñó a jugar al Quiddicht desde muy pequeña edad, haciéndose notar Antares de entre los tres, por ser tan buen buscador como su padre y abuelo. Jeanelle, en cambio prefirió el puesto de cazador al igual que Ethan.
Por su parte, Rose les daba clases de magia a la tarde de hechizos básicos. Podría sonar aburrido sino era porque hacían competencias entre ellos y terminaban todos pinturrajeados en el pelo multicolor, empapados, o escondidos para que su madre no los encuentre y los castigue.
A los siete años, jugando en el patio, Antares divisó a un mago que lo observaba desde las afueras de la mansión. El le devolvió la mirada, y el mago le hizo señas para que se acercara. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, el mago intentó matarlo y el niño corrió gritando a la mansión. Pero el mortífago cruzó la verja y lo persiguió por el camino. Ninguno de sus hermanos estaban fuera como para escucharlo y correr en su ayuda, así que el niño comenzó a llorar gritando los nombres de sus padres con el mortífago persiguiéndole los talones.
Por fin salió Rose al escuchar a su hijo llorar y gritar su nombre y se enfrentó al mortífago. Antares logró escabullirse entre su madre y la puerta y corrió al regaso de su padre aun llorando. El blondo sin comprender nada lo abrazó preguntándole qué le ocurría. Pero el grito de Rose y un ruido sordo le hicieron correr la mirada. Dejó al niño en el suelo y corrió a ver a su esposa. Ella estaba desmayada en el suelo presa de un Sectumsempra. Perdía mucha sangre y respiraba con dificultad. Sin dudarlo ni un momento, Scorpius tomó su varita y pronunciando unas palabras vió con desesperación cómo Rose se curaba lentamente antes de ir en busca del mortífago. Pero éste ya había huído.
Dos años mas tarde, era Jeanelle quien jugando en el Atrio del Ministerio con los magos que iban y volvían, protegida claro por un Auror cerca protección establecida por su padre. Un ataque al establecimiento, hizo que entre medio de los gritos y la gente que iba y venía, el Auror perdiera a la niña.
Para mala suerte, la reconoció un mortífago y la secuestró. Jeanelle estuvo meses en el Cuartel General de los Nuevos Mortífagos, haciendo de cebo a la Orden. Scorpius, el mejor Auror de la organización & un gran espía que había servido de mucho para conocer y frustrar planes mortífagos, regañaba cada cinco minutos al resto por no poder encontrar a su hija; hasta que en una misión de reconocimiento, uno de ellos la halló y logrando distraer a sus captores, la regresó con sus padres.
No es posible explicar la alegría del matrimonio Malfoy una vez que su "princesita" reapareciera por un costado del Cuartel General jugando con el Auror a las escondidas. Los abrazos y lágrimas no se hicieron esperar, aun ya pasadas varias horas desde el reencuentro. Jean no recuerda otro día en que su padre le hubiera abrazado con tantas fuerza, ni le hubiera dejado ir sola siquiera a buscar un dulce al otro Departamento mientras le sostenía en brazos todo el rato.
A los once años, los tres niños recibieron las cartas de Hogwarts corresponientes. Los dos varones Malfoy fueron a Slytherin, pero la única niña fue a Ravenclaw lo cual no decepcionó a Scorpius ya que había sido la Casa a la que había pertenecido su esposa.
El primero de septiembre se encontraban los cinco Malfoy en la plataforma nueve y tres cuartos. Los hermanos menores escuchando con atención las anécdotas del hermano mayor y los dos adultos riéndose divertidos por el mismo motivo. Una vez que el tren dio el primer silbido, Rose acompañó a sus hijos a uno de los vagones y despidió a cada uno con un beso en la mejilla, aunque Ethan intentó por todos los medios de que no fuera así.
Sin embargo un tercer y mortífero golpe azotaría a la familia Malfoy Weasley: era una noche despejada, de luna llena. El viento silvaba y peinaba las copas de los árboles del pequeño bosque de los terrenos de la familia. Draco jugaba con Antares y Jeanelle en la sala, mientras Ethan refunfuñaba en la cocina porque quería salir con sus amigos. Scorpius despidió en la puerta de la mansión, despidió por lo que sería la última vez a su esposa, con un beso y fuerte abrazo.
Al día siguiente, el blondo no se inquietó al ver que Rose no había regresado, pues conocía demasiado bien las misiones de la Orden del Fénix. Lo despertó los suaves golpes de su hija en la puerta con el desayuno en mano y el Profeta en la otra, para anunciarle que ya debía despertarse.
Luego de una alegre charla sobre Quiddicht y qué equipo ganaría la Copa este año en el Campeonato, ámbos bajaron a la sala a acompañar al resto de la familia. Pero los recibieron los llantos de Astoria y de la elfina doméstica, Annabeth en la puerta. Draco, aun adormilado, contenía a su esposa tras un abrazo. Apenas ella vio la confusión en el rostro de su hijo, le dijo con voz ahogada dos palabras que marcaron la vida de la familia por el resto del año:
-- Rose ha muerto.
Las imágenes que le siguieron a eso, Jean las recuerda bien: corriendo por la escalera para agarrar a su padre antes de que se caiga, Ethan apareciendo por la cocina, ya compltamente despierto pero en ropa interior y camisa, exigiendo explicación y un Antares que lloraba en el regaso de su abuelo.
Los días que siguieron a ese, encontraron a una familia destruída por la muerte de la Ravenclaw. Nadie sabía de dónde sacaba las fuerzas Scorpius para sonreírle a sus hijos con tal alegría y cariño, ni sus hijos se lo preguntaron. Jean iba a visitar mucho mas seguido a su padre al Ministerio, para llevarle el almuerzo o simplemente hacerle compañía, a veces acompañada por alguno de sus hermanos.
Aún hoy los cuatro Malfoy están dolidos, pero ya solo se nota a Jeanelle.
Actualmente cursan: Ethan, su séptimo curso y los mellizos, el sexto